lunes, 25 de agosto de 2008

Mis Cantantes Legendarios (IV): Mario Del Monaco

Hablar o recordar a Del Monaco, es tener presente a un tenor, con una voz poderosa, ancha y “brutal”, es recordar su Otello (posiblemente el rol que mas cantó y que es referencia). Cuando empezaba a escuchar ópera, me llamo mucho la atención este tenor cantando con una fuerza y un desparpajo inusitados, recuerdo su Forza del Destino de Studio con Bastianini, ese grandioso dúo : “Invano Alvaro…” en la que sus dos voces luchaban con potencia y daban a ese dúo, que de por sí es genial (Verdi puro), una fuerza y empuje…como si estuvieras montado en una montaña rusa de la que además no querías bajar.

Después como es lógico busque todo lo que pude de el, algunas grabaciones en video (ahora ya en dvd) incluidas, porque si oírlo cantar era impresionante, el verlo ya no te cuento. Un I Pagliacci desde Tokio en 1961 en el que es un lujo, una Aida también desde Tokio del mismo año, y un Andrea Chenier de 1959 con Tebaldi que te deja helado. En cd y como ya comentaba con Bastianini, existen muchísimas grabaciones, pues en esa época era el inicio el “boom” de la grabación tanto de Studio como en Live, lo cual por suerte para nuestras generaciones nos ha dejado gran material para ver como era y según mi modesta opinión, como tenía que ser la ópera (mas adelante hablare de este tema), y de la que fue llamada la época dorada, los años 40, 50, 60 y 70. Ahí fue donde Del Monaco cantó , triunfó y en cierto modo reinó, en unos años en que los tenores eran eso, tenores con mayúsculas, Corelli, Tucker, Del Monaco, DiStefano, Bjorling …etc.

Una de las mas curiosas partes de su vida, y en parte anécdota (cierta y documentada), era su “enfrentamiento” con la Callas, la cual decía que no le soportaba (en parte porque era capaz de eclipsarla, y eso a la diva no le hacía gracia), existen grabaciones live de ellos dos, que son imprescindibles en cualquier discoteca de buen aficionado: Aida en 1951 en Mexico (donde según testigos directos, al acabar la representación y estar el telón bajado, ella se hartó de darle patadas en las espinillas e insultarle…para una vez levantado el telón saludar juntos como si nada hubiera pasado), por cierto esta Aida es espectacular, impresionante un derroche de fuerza, y una lucha si me permiten “titánica” entre esos dos “monstruos” de la naturaleza. También dos Norma, de 1955 ambas, una en la Scala con la gran Simionato y otra en Roma. En ese mismo año (1955) Andrea Chenier en la Scala también, con unos resultados históricos. Estas grabaciones son historia pura de la Ópera.

Su rol que mas le marcó sin duda fue Otello (parece ser que lo llego a cantar mas de 425 veces durante su carrera) lo debutó en 1950 (con solo 35 años) y fue su caballo de batalla, nos dejó un Otello (personaje) matizado y llevado a las mas altas cotas de la exigencia tanto vocal, como interpretativa , hay muchas versiones grabadas de las que destacaría dos: una versión de Studio (considerada casi definitiva y de referencía) grabada en 1961 junto a Tebaldi y Protti y bajo la batuta del genial Von Karajan y la otra en Live en 1962 desde el Covent Garden junto a Kabaivanska y Gobbi bajo la batuta de otro grande Sir George Solti. Ambas son inexcusables para entender el personaje del llamado Moro de Venecia.

Falleció en 1982 (después de 7 años retirado) a consecuencia de una enfermedad y con 67 años, como curiosidad fue enterrado (siguiendo sus instrucciones) con el traje de Otello.




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