miércoles, 8 de diciembre de 2010

Un ballo in maschera – Mahón 3 y 5 de Diciembre


Si debo hacer una consideración global de las dos representaciones de la obra de Verdi, es que han resultado muy completas y brillantes. Esta ópera se estrenó en el Teatro Apollo de Roma el 17 de Febrero de 1859, como anécdota, cuentan las crónicas del evento que Verdi tuvo que salir a saludar más de 30 veces a escena para recibir los aplausos y vítores del público. En Menorca en época de la asociación actual (Amics de s’òpera de Maó) es la tercera ocasión en que se programa (1976 y 1986). Uno de los hándicaps de esta pieza es la cantidad de papeles que se necesitan, en primer lugar 5 grandes papeles: tenor de bel-canto lírico-dramático (Riccardo), un barítono (Renato), una soprano dramática (Amelia), una contralto o mezzo (Ulrica) y una soprano de coloratura (Oscar), a este despliegue le siguen los dos “conspiradores”, Samuel y Tom (bajos). Esto da más mérito a que se programe un título de esta envergadura en nuestra asociación.

En primer lugar quiero destacar la excelente labor del Director músical, Stefano Ranzani, quien supo sacar todo el jugo a la Orquesta Sinfónica de Les Illes Balears, y logro que esta complica y compleja partitura del maestro Verdi, sonara de una manera impresionante, aparte de su perfecta dirección de los elementos vocales en el escenario.
En lo referente a los protagonistas de toda ópera, los cantantes, el tenor Roberto Aronica, cumplió con soltura y solvencia su difícil rol, estando especialmente brillante y verdiano en el precioso duo “Teco io sto”, tiene una voz potente, timbre y fraseo elegante y unos agudos potentes. La soprano Tamara Wilson, resultó ser la triunfadora de las dos noches, esta joven cantante americana de tan sólo 29 años, demostró con su poderosa voz que si continua en esta línea tendremos en poco tiempo una gran soprano verdiana y dramática. Excelente en sus dos arias, logrando atronadoras ovaciones y “bravas” por parte del público. El tercer protagonista en el reparto, Renato, el barítono Lado Ataneli, resultó tal vez la parte mas “floja” de todo el reparto y montaje, este papel (como casí todos los barítonos verdianos) es muy duro y exige una voz poderosa en el centro y agudos fuertes y poderosos, el desde un principio ando un poco perdido, pero los dos días su serio problema llegó con la pieza mas conocida de toda la obra, la famosa aria “Eri tu”, en la que se vio desbordado y arrastrado por la partitura, fue el único lunar en estas buenas representaciones. La mezzo, Marianne Cornetti, daba vida a Ulrica, un papel en cierto modo ingrato (no supera los 30 minutos en la obra) pero es difícil y exige una voz dura y poderosa, lo solvento con gran maestría y tal vez hasta nos dejo con ganas de verla en algún rol más largo. El último de los roles principales, Oscar (paje), estaba encarnado por Serena Gamberoni y logro bordar su difícil papel y meterse al público en el bolsillo con su excelente actuación. Buena labor la de los secundarios, encabezados por los dos bajos: Alexey Yakimov y Fernando Javier Radó, así como Pablo Javier García como Silvano.




El Coro de Amics de s’òpera estuvo esplendido y más teniendo en cuenta la exigencia y dificultad de toda la pieza.
La escenografía y dirección de escena corrieron a cargo de Massimo Gasparon que ya ha hecho varios trabajos en nuestra isla, y consiguió un buen resultado, si bien habría que destacar el efecto creado en el primer cuadro del Acto III dejando parte del cortinaje cerrado y acotando así el espacio escénico, creando un efecto de intimismo, ideal para las dos arias de Amelia y Renato, y con las luces creando tenebrosidad para ese momento.
Los dos días nuestro querido Teatro, presentaba un aspecto envidiable, con sendos llenos, la gente disfrutó de lo lindo con esta pieza y salía contenta. Destacar la “iniciativa” de la organización, que hizo que en la función del Domingo, hubiera en el teatro y repartidos por todos los puntos del mismo, casi 100 alumnos de diferentes colegios (de edades comprendidas entre los 11 y los 15 años), en lo que supongo que es una acuerdo de colaboración y a su vez una oportunidad única para estos niños/adolescentes de acercarse a este bello mundo, quien sabe si gracias a esta colaboración no van surgiendo inquietudes e intimidades.

Así se cierra la XXXIX temporada de Ópera (antes llamadas semanas de la Ópera), el año próximo están programadas para el verano Il Barbiere di Siviglia y en invierno, Il Trovatore, en la que será la 40ª temporada de esta asociación, y en mi caso particular mi vigésimo aniversario de asistir a ellas, ha llovido desde Abril de 1991 (y con sólo 16 años) mi hermano me invitaba a asistir a La Traviata. Por lo tanto el 2011, promete ser una año especial, tanto para la asociación como para mí.