Lo recuerdo como si fuera ayer, Abril de 1991 (a punto de cumplir los 17 años), mi hermano me invito a ver una representación de la Ópera La Traviata, me había acercado hasta ese momento de forma muy tímida a este mundo, algún disco por casa o cassette, pero esa noche la cosa cambió.
Que magía cuando se apagaron las luces del teatro (ya hablare mas adelante de ese bello teatro de mi ciudad), y empezo la obertura o preludio de la Ópera, me sentì envuelto en un cuento, levitando, y si bien es cierto que no supe muy bien apreciar lo que veìa, me dí cuenta que estaba entrando en un mundo maravilloso.
Hoy Agosto de 2008, han pasado más de 17 años desde esa noche, y he evolucionado, pero sigo recordando como algo muy especial ese día, por eso con este pequeño relato a modo de introducción quiero empezar esta experiencía en internet.
Que magía cuando se apagaron las luces del teatro (ya hablare mas adelante de ese bello teatro de mi ciudad), y empezo la obertura o preludio de la Ópera, me sentì envuelto en un cuento, levitando, y si bien es cierto que no supe muy bien apreciar lo que veìa, me dí cuenta que estaba entrando en un mundo maravilloso.
Hoy Agosto de 2008, han pasado más de 17 años desde esa noche, y he evolucionado, pero sigo recordando como algo muy especial ese día, por eso con este pequeño relato a modo de introducción quiero empezar esta experiencía en internet.
1 comentario:
Coincido contigo, la primera vez que escuche cantar a alguien Ópera, mi mundo cambió, sentí que estaba en otra dimensión, no contuve las lagrimas y la dicha, la alegría que en mi sentí es indescriptible, se volvió mi pasión, mi vida, realmente cuando cantó (soy estudiante principiante) siento que nada me puede hacer sufrir, siento que es todo lo que necesito para vivir, como si estuviera en otra dimension donde nada me pudiera hacer daño, soy completamente feliz, siento en todo el cuerpo esa felicidad, nada, ni nadie, me ha hecho tan feliz como la ópera, simplemente la amo, es mi vida.
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