Sin lugar a dudas, uno de los mejores recuerdos que me habrá dejado esta Tosca, aparte claro está de haber disfrutado y mucho en las tres representaciones, son algunos de los momentos post-representación (el mejor sin duda, el jueves 4, después de la última función) en los que pude compartir la compañía y departir con uno de los mitos vivientes del mundo de la Ópera, Luigi Roni, que había venido a Menorca para encarnar el pequeño rol de Cesare Angelotti (con cuatro frases, pero demostrando el estado de gracia en el que aún tiene su voz de bajo).
Ya en los descansos (su personaje solo aparece en el primer acto) de los dos primeros días pude intercambiar unos pocos comentarios con el, como recordar cuando en 1995 nos deleitó con un magnífico Zaccaria (de Nabucco) y su participación en el concierto homenaje a Diego Monjo, durante esa misma Semana de la Ópera, junto a grandes cantantes como Alfredo Kraus, Jaume Aragall…etc. Si digo la verdad con esas pocas frases me sentía mas que contento, pués demostro ser una persona muy accesible y extremadamente simpática. Pero lo mejor llego el día de la última función, cuando al finalizar, nos encontramos de nuevo en el Bar que hay delante del Teatro, y estuvimos compartiendo, no solo un buen vino y queso, sino además casi dos horas de conversación con el, datos, anécdotas…etc. Este señor, es el trato que se merece, es historia viva de la Ópera, algunos de sus datos son impresionantes, 45 años de carrera, ha cantado con todos los grandes (Callas, Kraus, Domingo, Pavarotti, Sutherland, Aragall, Carreras, Gruberova, Caballé, Nucci, Bruson…sería interminable la lista), pero el dato más espectacular son sus 564 funciones en La Scala de Milan, si si, han leido bien 564 funciones, en todos los roles habidos y por haber.
Comentar que formaba parte del elenco del Falstaff de La Scala en 1980 en el que un joven barítono español debutaba en ese Teatro, y además inaugurando la temporada, se trataba de nuestro Joan Pons, esa noche fue el inicio de una carrera plagada de éxitos para Pons.
En fin un auténtico lujo el poder disfrutar de el, que me dijo que había venido por la fuerte amistad que le une a Pons, la pena en un principio en un papel corto, pero después en una buena conversación. Gracias Sr Roni, gracias Luigi.
P.D. En esa conversación también participó Miguel Sola, que encarnó al Sacristan y a Sciarrone, un lujo también , 30 años de carrera en sus espaldas, y un montón de anécdotas. Gracias también.
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